¡Las estrategias de marketing no se dan por sí solas! Detrás siempre hay un gran equipo de personas que se encargan de su funcionamiento… En este artículo te daremos 5 consejos para que apliques la neurociencia en tu productividad. ¡No te arrepentirás!
¿Qué es la neurociencia?
Es el estudio de la estructura y el funcionamiento del sistema nervioso. ¡Así de fácil! Pero si lo que quieres es saber cómo aplicarla con tu equipo de marketing, aquí te contamos…
1. Trabajo duro < Trabajo inteligente
Al momento de echar en camino una estrategia no se trata de trabajar más y afectar tu estabilidad emocional. Sino de elaborar un proyecto valioso que tenga gran impacto.
El trabajo inteligente se trata de contribuir con calidad en lugar de cantidad en cada una de nuestras actividades. Así obtendrás resultados verdaderamente productivos.
2. Actividades: difíciles a fáciles
Nuestro cerebro está en su punto más activo durante la mañana, ¡aunque no lo creas! Y a lo largo del día, conforme lo vamos utilizando, comienza a fatigarse. Más aún si no dormiste o comiste bien.
¿Qué hacer para aumentar tu productividad? Organízate con tu equipo: comiencen con las actividades más complicadas y terminen su día con lo sencillo. Su trabajo será más eficiente y podrán irse a casa aliviados.
3. Dale sentido a tu trabajo
¿Has escuchado algo sobre la dopamina? Es uno de los más importantes neurotransmisores del cerebro. Su función básica es regular el comportamiento, la cognición, el sueño, la motivación y el humor. ¿Funciones muy básicas no?
Darle un sentido o propósito a tu estrategia hará que tu dopamina contribuya a motivarte. Cuando hacemos cosas que de verdad nos interesan o nos gustan, spoiler alert, somos más productivos.
4. Listas muy listas
¡El cerebro no almacena tanta información en poco tiempo! Esa es la razón por la que en las juntas sólo recuerdas una actividad de las 100 que se planearon.
No importa si es en una libreta, celular, o en Slack, ¡haz una lista! Según la neurociencia este método es el más efectivo para que mentalmente recordemos y organicemos información importante.
5. ¡Respira profundo, por favor!
Todos hemos sentido estrés o hemos tenido un mal día. Cuando eso sucede lo mejor es respirar profundo y relajarnos: siempre ayuda escuchar nuestra música favorita o conversar sobre algún tema por 5 minutos.
Sabemos que en momentos de estrés no es fácil relajarse, pero por lo menos debemos intentarlo… ¡Por el bien de nuestra salud y nuestra estrategia!