El marketing de influencia en Latinoamérica sigue creciendo a pasos agigantados y consolidándose como una de las formas más efectivas para que las marcas conecten con sus audiencias. Sin embargo, junto a este crecimiento también surge un reto importante: el fraude en influencer marketing, una práctica que pone en riesgo tanto la inversión de las marcas como la confianza de los consumidores.
En BrandMe creemos que la transparencia y la autenticidad son la base de toda estrategia exitosa. Por eso, analizamos las tendencias más recientes en la región para entender el impacto del fraude y qué acciones pueden tomar las marcas para blindar sus campañas.
¿Qué entendemos por fraude en influencer marketing?
Se refiere a cualquier práctica que infla artificialmente la popularidad de un perfil. Ejemplos comunes incluyen:
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Compra de seguidores (bots o cuentas inactivas).
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Comentarios y likes falsos.
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Uso de pods o grupos de engagement para inflar métricas.
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Cuentas fantasmas creadas con fotos robadas o generadas por IA.
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Sorteos con el único objetivo de sumar seguidores pasajeros.
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Servicios de “crecimiento orgánico” que en realidad venden métricas falsas.
El problema no es solo económico: colaborar con perfiles fraudulentos significa perder credibilidad y confianza con las audiencias.
Estado del fraude en Latinoamérica
En 2025, 38% de los influencers en la región presentan señales de actividad fraudulenta. Aunque la cifra ha bajado respecto a años anteriores (41.6% en 2023 y 39.7% en 2024), todavía representa millones de dólares desperdiciados.
La buena noticia: el fraude está descendiendo lentamente gracias a tres factores clave:
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Marcas más conscientes que ahora analizan la calidad de la audiencia y no solo el número de seguidores.
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Políticas más estrictas de Instagram, que elimina cuentas falsas y bots con mayor velocidad.
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El auge de nano-influencers (1K–10K seguidores), quienes suelen mantener comunidades más auténticas y comprometidas.
¿Qué países concentran más influencers falsos?
Al analizar el panorama de 2025, la mayoría de los países de la región se mantiene dentro de niveles aceptables. Sin embargo, Honduras, Uruguay, Chile y Venezuela muestran proporciones más altas de bots y mass followers frente al promedio.
Esto no significa que todos los influencers de esos países incurran en fraude, pero sí es una alerta para que las marcas analicen más a fondo la calidad de la audiencia antes de invertir.
¿Quiénes son más propensos al fraude?
El tipo de influencer también determina el riesgo:
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Nanoinfluencers (1K–10K seguidores): 38% presentan picos sospechosos en su crecimiento.
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Microinfluencers (10K–50K): 40%, el segmento más problemático.
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Influencers medios (50K–500K): 31%.
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Macroinfluencers (500K–1M): 24%.
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Celebridades y mega-influencers (+1M): 25%.
En promedio, más de 37% de los perfiles en la región muestran anomalías en sus métricas de crecimiento.
El fraude de engagement
El fraude no se limita a seguidores falsos. También encontramos engagement artificial:
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Nanoinfluencers: 5% presentan signos de pods o comentarios falsos.
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Microinfluencers: 7.8%.
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Influencers medios: 19.9%.
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Macroinfluencers: 27%.
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Mega-influencers: 9%.
Los segmentos más afectados son los influencers medios y macro, donde la competencia es alta y la presión por atraer marcas lleva a muchos a inflar artificialmente sus métricas.
Otros tipos de fraude detectados
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Fraude de contenido: uso de fotos o videos robados, o aparentar colaboraciones inexistentes.
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Fraude de resultados: manipulación de métricas, tráfico comprado o clics generados por bots.
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Fraude de transparencia: en 2025 se publicaron más de 964,000 posts patrocinados en LatAm, con un valor de $1.4 mil millones USD, pero solo 47,000 (5.8%) fueron correctamente etiquetados como publicidad.
Nichos más afectados en LatAm
Los sectores con mayor porcentaje de influencers involucrados en fraude son:
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Lifestyle: 46.1%
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Modelos: 42.3%
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Música: 40.4%
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Fitness: 38.9%
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Familia: 37.8%
En todos estos casos, el atractivo visual y la percepción de popularidad juegan un rol clave, incentivando la compra de métricas falsas.
¿Cómo proteger a tu marca?
En BrandMe recomendamos un enfoque híbrido:
1. Análisis manual
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Revisar media kits y cuestionar números que parezcan demasiado altos.
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Evaluar la relación entre seguidores, likes y comentarios.
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Observar si los comentarios son genéricos o repetitivos.
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Analizar la interacción en stories (encuestas, quizzes, preguntas).
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Detectar patrones sospechosos en seguidores vs seguidos.
2. Análisis automatizado
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Herramientas basadas en IA que analicen patrones de comportamiento.
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Evaluación de calidad de la audiencia (geografía, demografía, intereses).
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Asignación de un puntaje de autenticidad (Audience Quality Score) para garantizar que la inversión llegue a comunidades genuinas.
3. Checklist de señales de alerta
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Picos repentinos de seguidores.
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Tasa de participación muy baja.
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Perfiles de seguidores poco creíbles.
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Comentarios repetitivos o vacíos.
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Actividad intermitente o inconsistente.
Conclusión
El fraude en influencer marketing sigue siendo un reto importante en Latinoamérica, pero también una oportunidad: las marcas que logren filtrar a los perfiles auténticos y construir campañas basadas en confianza no solo protegerán su inversión, sino que también fortalecerán su reputación frente a consumidores cada vez más críticos.
En BrandMe ayudamos a las empresas a diseñar, gestionar y auditar campañas con influencers reales, asegurando resultados medibles y auténticos.